Comunicado de Prensa

10.01.2011 20:02

 

Los vecinos del Complejo Habitacional Salvador y Ampliación Ñuñoa, agrupados en el Centro Cultural Keluwe y apoyados por el Comité de Administración del conjunto habitacional, hacemos una aclaración respecto del papel jugado por la autoridad municipal en el proceso de postulación y posterior declaración como Zona Típica de nuestro conjunto habitacional Empart de Ñuñoa; y le pedimos que ahora efectivamente nos apoye.

El Mineduc señala en el Decreto 0377 que, para su resolución, tuvo en cuenta el apoyo que habría dado el Alcalde, Pedro Sabat, al avalar la propuesta metodológica de protección integral de barrios e inmuebles de la comuna, el año 2007. Sin embargo, debemos aclarar que el diseño, argumentación y elaboración del expediente de postulación se debe sólo a la perseverancia y trabajo de un grupo de vecinas y vecinos comprometidos con el barrio.

Al contrario de lo que se afirma, el Alcalde no puso todo el empeño que se esperaba.

No alentó a los vecinos para acoger la propuesta de Inmueble de Conservación Histórica (ICH) hecha el 2006 por la Seremi de Vivienda y el CMN. En cambio, envió una carta desalentadora a cada residente la cual, ante nuestra interpelación, fue reconocida en una asamblea como un error por parte de directivos del Municipio.

El Alcalde tuvo la oportunidad de demostrar su apoyo y reconocer el valor de nuestro barrio, incorporándolo como ICH en el Plano Regulador 2007, pero ignoró la petición de nuestra comunidad, expresada en una votación del 6 de enero 2007.

Hoy, pese al logro que significa la Declaración de Zona Típica, ese Plano Regulador Comunal sigue siendo la herramienta de las inmobiliarias para hostigar a los vecinos hasta que vendan sus propiedades; luego, las demuelen para construir edificios cuyas dimensiones atentan contra el valor histórico y patrimonial de este barrio. Esto es muy distinto a los discursos oficiales que hablan de Ñuñoa como la comuna con la mejor calidad de vida del país y con ese publicitado interés por preservar sectores residenciales y patrimoniales.

Hoy, la prensa municipal elogia nuestro logro y se apropia de él. En estas condiciones, le pedimos al señor Alcalde que modifique el PRC; que actúe en consecuencia y revierta una decisión que significa una política de destrucción precisamente del valor cultural, histórico y social de esta comuna. Aunque la mayor densificación inmobiliaria signifique más recursos para las arcas municipales, no puede continuar a este ritmo, dañando a la mayoría. Ese Plan Regulador incrementó la altura de construcción, a costa de destruir nuestro barrio y su calidad de vida.

No nos oponemos a la construcción de nuevos complejos habitacionales, a nuevos edificios en altura, pero pedimos que se haga en armonía con el entorno, con alturas  no mayores a los cinco pisos, como se establece en otras zonas de la comuna. Entonces serán un aporte a esa vida que enorgullecía a los ñuñoínos y que atrae a nuevos residentes: una comuna a escala humana.

Señor Alcalde, usted tiene el poder de decisión para honrar su palabra, apoyándonos efectivamente.  

 

Ñuñoa, 18 de noviembre, 2010.